La Rezadera
Por: Felipe Gómez, Plan Dios
16 / Jul / 2018
Son muchas las personas que se burlan de aquellos que emprenden el camino de la oración.
Cuando un miembro de una familia poco piadosa trata de dedicarle mas tiempo al Señor, casi inmediatamente recibe un ataque de parte de los suyos: "Para que le sirve tanta rezadera? deje la rezadera y póngase a trabajar" o "que sentido tiene esa rezadera sí usted no cambia?".
Déjenme recordarles, que esa "rezadera", ha sostenido a la iglesia misteriosamente durante dos milenios, y la Iglesia no la llamaría rezadera, sino el valor y el poder de la oración.
Quienes no la entienden, son aquellos mismos que se burlan de las religiosas de clausura que han decidido sacrificar sus vidas en medio del mundo para dedicarse a orar. La Iglesia sabiamente ha sabido darle su lugar y el valor al tesoro de la oración, comprende la necesidad de vivir en oración.
Es necesario visitar los enfermos, dar limosna, hacer obras de caridad, pero esto no le quita el valor y el significado a la oración.
Quedarse un buen rato frente al Santísimo, comulgar en la Santa Misa, rezar el Rosario, son manifestaciones de ese afán de comunicarse con Dios, de orar con el corazón.
El maligno no soporta a las almas que rezan, no puede con aquellos que han comprendido el valor de la oración. Por lo tanto se empeña en perturbarlos a como de lugar y la mas fácil manera y la más eficaz, es por medio de los más cercanos.
"Usted que dice que reza y mire como le va de mal", "tanto que reza para nada, usted sigue siendo la misma persona, el mismo pecador".
Y no, no es cierto, a quien ora no le va tan mal, ni quien ora seguirá siendo el mismo. Las gracias que derrama el cielo sobre aquellos que le dedican tiempo a orar son infinitas, Dios hace cosas nuevas en esas almas de aquellos que luchan por dedicarle tiempo a El mismo. A Aquel a quien debemos amar por encima de todas las cosas.
Otro caballito de batalla de algunos hermanos no católicos, es decirle:
"nosotros no rezamos, nosotros oramos".
Pues nosotros hacemos las dos cosas, incluso a veces una oración repetitiva se convierte en un método efectivo de comunicarnos con Dios, meditando en los misterios de su vida. Aunque nos distraigamos o perdamos la cuenta de cuantas Ave Marías nos faltaban para terminar el misterio.
"Orad hijos míos, rezad el Rosario todos los días" son palabras que viene repitiendo la Madre de Dios hace mucho tiempo en sus apariciones, así que quienes la honramos, sabemos que rezar el Rosario o llámenlo si quieren, orar con el Rosario, no tan sólo es valioso, sino necesario y santo.
Les doy un consejo desde mi pecador corazón: NUNCA dejen la rezadera! No abandonen ese continuo diálogo con Dios. Acérquense a ese misterio hermoso e incomprensible para los soberbios y sumérjanse en ese manantial siempre nuevo de descubrir a Dios en la oración.
Nunca dejen de hablar con Dios. La oración exige sacrificio, (ya lo he escrito), por ejemplo rezar el Rosario no es lo más sencillo, tampoco es tan fácil perseverar en la oración, pero hay que insistir, persistir y nunca desistir.
LA REZADERA
Felipe Gómez
PLAN DIOS